Los trastornos gastrointestinales
¿Qué corredor no ha experimentado trastornos digestivos durante el entrenamiento o en competición? Esta situación puede limitar el rendimiento o forzar el abandono en una carrera.
Tres grandes categorías pueden explicar la causa de este fenómeno:
Las causas fisiológicas
Uno de los factores determinantes en la aparición de trastornos digestivos frecuentemente reportados por los corredores es la marcada disminución del flujo sanguíneo en el sistema digestivo. Este fenómeno se debe principalmente al hecho de que, durante un esfuerzo físico, el cuerpo redirige la sangre hacia los músculos para proporcionarles un volumen máximo de oxígeno. El flujo sanguíneo que normalmente irriga el sistema digestivo se puede ver reducido en un 70-80%, lo que altera el metabolismo normal. Esto puede provocar calambres y daños en la pared abdominal. Después de la carrera, el regreso repentino de la circulación sanguínea a las zonas lesionadas durante el esfuerzo podría explicar por qué algunos corredores también desarrollan síntomas después del final de la carrera. La ansiedad que se puede experimentar antes de una carrera puede afectar a los movimientos intestinales, lo que puede dar como resultado una absorción incompleta de nutrientes y, en última instancia, deposiciones más sueltas o incluso diarrea.
Las causas mecánicas
Las ondas de choque repetidas, debido al golpeteo de los pies en el suelo, causan vibraciones a nivel de las vísceras, que pueden causar algún daño en la pared intestinal. Este fenómeno podría aumentar la prevalencia de diarrea, hemorragia digestiva y urgencia defecatoria. Esta condición también tiende a aumentar a medida que aumenta la distancia recorrida.
Las causas alimentarias
Así como algunos factores fisiológicos pueden contribuir a los trastornos digestivos, la alimentación también juega un papel importante. En todos los casos, debemos considerar una preparación alimentaria óptima para minimizar el riesgo de sufrir un trastorno digestivo durante el esfuerzo.
Algunos puntos a considerar:
- Los alimentos con alto contenido en grasa y en fibra pueden tardar más en digerirse. Limita las cantidades en las horas previas a la carrera.
- Algunas personas se sienten incómodas por el consumo de alimentos muy picantes o gasogénicos (repollo, cebolla, brócoli, etc.). Si este es tu caso, evita estos alimentos en la comida antes del ejercicio.
- Dado que el agua se absorbe mediante transporte activo con glucosa y sodio, asegúrate de tener un aporte de electrolitos, cuando el tiempo de carrera es largo, para favorecer la absorción intestinal.
- Evita el consumo de soluciones de azúcar altamente concentradas (zumos, refrescos, etc.) durante el esfuerzo.
- Siempre hay que prever un intervalo de mínimo 2-3 horas para la digestión de una comida y de 30-60 minutos para la digestión de un bocadillo.
- Acompaña con agua los alimentos consumidos durante el esfuerzo si son muy concentrados en azúcar (geles, dulces energéticos, etc.).
- Entrénate progresivamente a alimentarte durante el esfuerzo, si participas en pruebas de más de 90 minutos.
- En algunas personas, el consumo de lactosa también puede ser una fuente de problemas digestivos durante el ejercicio. Si este es tu caso, limita el consumo de productos lácteos en las horas o días previos a tu carrera.
- Los medicamentos (tomar anti-inflamatorios por ejemplo) y el consumo de café, también pueden ser puntos a tener en cuenta en caso de síntomas recurrentes e importantes.