¡Ahora, el acrónimo está en concordancia con los avances científicos del dominio!
ICE, RICE, PRICE, POLICE, POLICE-CANAI… Es momento de integrar un poco más de rigor y de cariño en el tratamiento de nuestros traumatismos músculo-esqueléticos. Los cambios por hacer son numerosos : retirar la «I» (el hielo – ICE), y añadir el factor psicológico, tener en cuenta el efecto nocebo de la hipermedicalización y por fin, presentar las etapas en su orden de aplicación. ¡Ahora, el acrónimo está en concordancia con los avances científicos del dominio!
Es con mucho amor, reflexión, lectura y experimentación (bajo la melodía del álbum Love de los Beatles) que os presentamos una puesta al día sopesada del acrónimo. ¡A tener presente cuando nos encontramos con un esguince de tobillo, una ruptura del isquiotibial o cualquier otro traumatismo músculo-esquelético!
Al principio protegemos (P) la estructura afectada tomando la precaución de reducir el estrés que causa el dolor. También disminuimos la carga ejercida sobre la extremidad lesionada o incluso el movimiento del músculo afectado. La elevación (E) de la pierna, a una altura más elevada que la del corazón, ayuda a minimizar el estancamiento de los fluidos distales. También es importante evitar tomar antiinflamatorios (A) como el Ibuprofeno, el Voltaren o el Naproxeno – en venta libre o con prescripción -, ya que ralentizan la velocidad de curación tisular. Incluso podríamos evitar la aplicación de hielo (ver el erratum en el blog POLICE). Un taping o un vendaje compresivo (C) permiten reducir la inflamación. En todos los casos es importante educar (E) rápidamente al paciente sobre la prudencia que deberá mostrar con respecto a la sobremedicalización. Con lo que evitaremos los tratamientos pasivos repetidos, las investigaciones costosas, inútiles y ansiogénicas, así como las moléculas farmacológicas no esenciales. La PEACE reúne las prácticas terapéuticas a utilizar a corto plazo.
El grado de entorsis o de ruptura determinará, en parte, el tiempo necesario para retomar las actividades. Durante la remisión de los signos y síntomas, se adoptarán las prácticas terapéuticas LOVE. Una carga progresiva (L para Load), seguido de retomar progresivamente las actividades habituales, favorece la curación a la vez que estimula los tejidos afectados. Sin embargo, hay que tener la precaución de evitar que se intensifique el dolor y la inflamación mediante una buena cuantificación del estrés mecánico. El cerebro también juega un rol importante en la curación. Fomentar un estado de ánimo optimista (O), ya que influencia directamente la percepción del dolor, la velocidad de recuperación y por lo tanto, disminuye el riesgo de encontrarse con una cronificación de la lesión. A partir del 3r día se podrá empezar con una actividad cardiovascular con el fin de facilitar la vascularización (V) del tejido afectado. Cardio sin dolor, a razón de un máximo de 2 veces al día y de 20 minutos es suficiente. Finalmente, optimizar los mecanismos de curación significa también que hay que respetar el proceso natural, y por consecuencia optar por un abordaje activo. Con lo que enseñamos ejercicios (E) de estiramiento (para ganar amplitud), de fortalecimiento (para ganar fuerza) y en desequilibrio (para mejorar la propiocepción) para asegurarnos de un retorno óptimo a la normalidad. PEACE & LOVE!
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